miércoles, 5 de noviembre de 2014

He...

He habitado en el estrellado firmamento y en el ardiente Tártaro.
He perseguido a Hícaro montado en mi alada bestia.
He atravesado un huracán sin despeinarme mi cabellera.
He conocido bellos parajes y lúgubres sendas.
He peregrinado de norte a sur a través de la Tierra.
He tomado la cumbre de la fría cima más elevada.
He aterrizado en el pozo más profundo de mis vagas entrañas.
He sido más presto que el rayo y más tardo que el relámpago.
He aventurado áridos páramos y aposado en inertes lugares .
He visto más que el amanecer y oído más que el anochecer.
He experimentado el amor y el odio en el mismo clamor.
He contemplado lo frígido que es al ambiente en el busto.
He sido seguido por aspirantes al trono de mi regazo.
He complacido a arrogantes varones y a bravos corceles.
He custodiado mi retaguardia con gente que parecía estar en la misma surrealista realidad.
He predicado a injertes masas y ejecutado atroces trances.
He desenterrado el mayor tesoro y soterrado el mío bajo la marisma.
He acosado los pasos que la sombra del camino a marcado para mí.
He navegado en eternos torrentes y buceado en relucientes cascadas.
He cegado la cripta más tenebrosa y iluminado el cielo más diáfano.
He hecho esto todo, no obstante..

No he hallado a mi arcángel, a mi centinela, a mi contramaestre, a mi predilecto por naturaleza




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